En el partido 2 se subió la calidad del juego. El Barcelona empezó con la lección bien aprendida del partido anterior y no dejó cojer rebotes ofensivos al Madrid. Pero se olvidó de defender sin faltas. Marconato y Vázquez se cargaron demasiado pronto y Trias y Kasun no están a un buen nivel en estos playoff por el título. Y quién se aprovechó de esto: Felipe Reyes. El madrileño está sorprendiendo en su faceta anotadora en esta final. No porque no tenga capacidad para ello, sino porque no se prodiga en exceso en esta faceta y menos aún dos partidos seguidos. En el encuentro de ayer se le vieron tiros a media distancia, juego de espaldas (ese gran desconocido para la mayoria de los pivots de hoy en día), rebotes... Bullock por fin se sumo a la fiesta y anotó con fluidez cuando lo necesitaba el equipo. Mumbrú no estubo tan fino como en el partido anterior y Tomas que nos regaló otro triple imposible cuando la posesión se acababa. Y a todo esto Raúl López ha cogido la manija del juego, Pepu debería pensarse muy seriamente incluirlo en los 12 del Eurobaske.
A pesar de todo ello al Madrid le costó horrores ganar el partido. Aun cuando el Barcelona notó en exceso la falta de sus pivots titulares por faltas (mérito del Madrid), de la no tan brillante dirección de Lakovic y nula de Ukic (La primera y casi única opción de este jugador en esta final es penetrar). Si bien Kakiouzis (3 segundos en el primer partido) nos regalo un curso de técnica individual a camara lenta, pero muy efectivo. Navarro siempre da la cara (14 puntos) pero con falta de punteria (1/6 triples) y Basile al que se le vió muy concienciado de la importancia del patido (4/6 en triples) y muy activo en el rebote y en la defensa.
Y en los minutos finales fue cuando al Barcelona se le olvidó todo lo que había aprendido, y el Real Madrid se volvió a encontrar con segundas y terceras opciones de tiro. El rebote ofensivo por tanto fue clave otra vez.
Con todo este cócktel tenemos el 2-0 para el Real Madrid y sin saber nada de los árbitros. No es fanatismo pero creo que hay muchas posibilidades de que la final vuelva a Madrid a poco que el Barcelona cierre el capítulo del rebote ofensivo del Real Madrid.
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