TAU Cerámica ganó ayer en el Palau Blaugrana en el primer partido del playoff final de la ACB. El TAU fue una máquina perfectamente engrasada y me recordó a esas máquinas que extraen el petroleo de los pozos.
Comenzaron lentamente, como las máquinas a las que me refería, chirriando, lentas, resultado: parcial de 8-0 para el Axa Barcelona en dos minutos. Cuando la máquina cogió ritmo la ventaja se esfumó. Un gran primer cuarto de ambos equipos.
En el segundo cuarto, la máquina estaba a pleno rendimiento y perforaron hondamente en defensa del Barcelona que no sabía que hacer con Splitter, por muy bien que lo defendieran. El Barcelona tampoco podía con la defensa, muy atentos a las lineas de pase exteriores, del TAU. EL TAU se va en el marcador. Suena la sirena. Descanso.
En el tercer cuarto la máquina se encontró con una parte dura. Rackocevic cada día me gusta menos (empiezo a estar de acuerdo con Ramón Trecet) anárquico, desaporvechó varios ataques y como era de esperar y gracias a Ilyasova y Grimau el Barcelona recortó la ventaja.
Spahija le cambió la combinación a la máquina, descansó Splitter y aparecieron Singleton y Mickael y la máquina recuperó el ritmo. Ya al final, con todos y a pesar del empuje del Barcelona, más por corazón que por juego, el TAU consiguió llegar al petroleo. Serie 1-0 a favor del TAU.
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