martes, 10 de junio de 2008

Numeros: 2-0 y 38-10

No ví el partido, estaba en Jumilla, no tengo Digital +, ni tampoco pude verlo por Internet. Mi última alternativa, que la DSF alemana lo diera. Me levanté a las 4 y nada, tampoco. Lo más cruel, al día siguiente la propia DSF anunció la retransmisión del tercero ¿Y no podían haber dado el segundo?

Ante este panorama, no puedo nada más que hablar de lo que he leido por ahí. Lo más significativo el 2-0 Celtics por delante en la eliminatoria; lo que más me ha llamado la atención, el 38-10, que no es un marcador parcial, es el número de tiros libres que lanzaron cada uno de los equipos. Creo que para un equipo que tiene a Kobe Bryant y a Pau Gasol (esta vez sí más activo en ataque) es muy raro este dato. Phil Jackson arremetió contra los árbitros después de la final. Es extraño todo lo que estás suciendo con los árbitros en la NBA, nunca se había hablado tanto y nunca había sido tan evidente lo casero de los árbitros. Siempre ha habido ese toque casero en el arbitraje de la NBA, pero nunca tan evidente y nunca desde el minuto uno de partido, y no estoy hablando de este partido claro, sino de todos los que he visto estos playoff. Seguramente en Los Ángeles pasará lo mismo, pero al revés.

Hablando de la eliminatoria, si los Celtics consiguen ganar el próximo, la final, por supuesto se ha acabado. Los Lakers deben jugar como con San Antonio y Lamar Odom y el banquillo debe aportar lo que venía aportando en las eliminatorias anteriores. Es obvio ya lo se, pero debe ser así si quieren ganar.

Desgraciadamente tengo la misma sensación que en la final de 2004. Y lo que no me gusta es que no hay ningún tipo de reacción desde el banquillo angelino ni de jugadores ni de técnicos. Hoy el tercero.

1 comentario:

Sach dijo...

Pues por fin esta pasada noche ganaron y le dan vida a la eliminatoria.
Creo que los problemas de los Lakers en esta fase final están siendo dos:

1. Los Celtics no les dejan hacer su juego alegre y los embarulla en un tipo de juego que no les beneficia nada (no hay más que ver lo bajo que están siendo los marcadores, en dos de los tres partidos los Lakers no han superado los 90 puntos)

2. Lamar Odom tiene que encontrar su sitio en esta final y aportar. La historia de las finales de la NBA está llena de actores "secundarios" que acaban decidiendo partidos. Odom encaja perfectamente en ese perfil, pero no lo está haciendo (o no le dejan) Anoche, 4 puntos