lunes, 25 de agosto de 2008

La plata sabe a plata

Lo primero que hice nada más empezar el partido fue arcordarme de aquella final de Los Angeles '84, hace 24 años, aquella final que perdimos de 31, pero que nos dió igual, porque enfrente teníamos a los EE.UU. y llegar a la final ya era bastante. Yo estaba en Jumilla y a las tantas de la madrugada para mi edad (tenía 10 años), mi padre (seguramente mi padre no se acuerde) me llamaba para ver aquel partido, aquella final, que ha quedado para el recuerdo de todos los que por aquel entonces nos enganchamos a este deporte ¡Gracias Epi, Corbalán, Martín, Romay...! ¡Gracias papá!

Este domingo 24 de agosto de 2008 será otra fecha recordada por el baloncesto español, y no solo por el baloncesto español, sino por el mundo entero. Porque el mundo entero vió como un grupo de amigos y profesionales (la selección española) ponian contra las cuerdas a la enésima versión del Dream-Team (todas ellas copias y algunas no muy buenas del original), de sobrenombre "El equipo de la redención", ponian contra las cuerdas al mejor equipo que los NBA pueden crean, solo faltaban Tim Duncan y Kevin Garnett.

Pero si aquella vez, en el 84, estaba contento, esta vez en cambio no estoy contento. No lo estoy porque esta vez, como demostramos en la cancha, el oro podría haber sido nuestro. Esta sensación de tristeza no es la misma sensación que tube en la final del Eurobasket, donde se perdió por fallo nuestro y acierto de los rusos, no. Es la tristeza que te da saber que los dirigentes de tu deporte son unos pueblerinos que se postran antes la todopoderosa NBA, a la que defiendo y defenderé como liga y como producto, pero a la que no defenderé cuando imponen normas. El servilismo del baloncesto FIBA nos privó de saber si en verdad somos de oro o no.

Primero me gustaría corregir a aquellos que dicen que los pasos de salida no dan ventaja; Si todos los 2+1 que nos anotaron en contraataque hubieran sido abortados por los árbitros pitando los correspondientes pasos, estaríamos hablando de al menos, que yo recuerde, 9 puntos menos, y es que llegamos tarde a la defensa porque dar dos pasos sin bote es una gran ventaja y quien haya jugado alguna vez los sabe bien. Si los pasos hubieran sido pitados por esos mismos árbitros que no dejan jugar en la Euroliga por pasos muchísimo menos claros que los que los USA hacian, quizás el marcador al final hubiera terminado de otra manera. Esos mismos árbitros que este año volverán a pitar los pasos, aunque, en verdad ahora, no se con qué autoridad.

Para ser serios, y la FIBA ya ha demostrado que no lo es, los árbitros deberían de haber empezado a pitarles los pasos en el primer partido. Y no me vale eso de que ellos estan acostumbrados.

Dejando aparte lo triste del caso, hablemos ahora del mayor espectaculo del mundo: USA-España Final de los JJOO de Pekin 2008. El partido fué, como dicen algunos, el mejor partido de la historia. Bueno, no se si será para tanto, creo que si, pero si no el mejor, si es uno de los mejores; lo que si es seguro es que es el mejor partido de la historia de los JJOO.

Lejos de que los españoles intentaran jugar a pocos puntos (las pruebas del primer partido) los nuestros se lanzaron al vacio sin paracaidas. Y el partido fue trepidante, cada acción de los norteamericanos fue contestada por los de Aito de forma igual o más espectacular.

Tan grande era lo que estaba viendo que pensé a poco de terminar el tercer cuarto, que quería que naciera mi hijo (aunque eso me costase no ver el final del partido) y que pudiera decir (de manera simbólica claro) que él fue testigo de aquel partido, pero no nació.

Navarro tubo su dia, tanto es así que Aito decidió jugar con dos escoltas y sin bases algunas fases del partido.

Lastima que el triple de Jimenez a falta de 2 minutos no entrara, lastima que Calderón estubiese lesionado, lastima de oportunidad perdida. Lastima, porque a mi, la plata me sabe a plata.

Gasol, Rudy, Ricky, Navarro, Calderón, Felipe, Jimenez, Raul, Berni, Marc, Mumbrú y Garbajosa se juntan así a los 12 de Japón y los 12 de Los Angeles como parte de nuestra historia baloncestistica.

4 comentarios:

Chaconix dijo...

Diaz Miguel, Pepu Hernandez y Aito también, claro

Sach dijo...

Llegué de fiesta a eso de las 7:30 de la mañana. Faltaba una hora para que comenzara el partido y decidí no acostarme ya que habían bastantes posibilidades de que, una hora después, no me despertara. A las 8:30 comenzó el partido.
A las 10:30, nada más terminar el encuentro y después de llevar unas 30 horas sin dormir me acosté. Tenía que estar en pie a las 12:00 y durante esa hora y media....NO FUI CAPAZ DE DORMIRME!!
Y es que el corazón todavía latía acelerado. Empezó a hacerlo medidado el segundo cuarto, cuando USA se marchaba de 14 puntos y yo pensaba que se acababa el partido. Conseguimos ir remontando poquito a poco y no despegarnos mucho. A partir de ahí, cada ataque de España era un sinvivir. Llegué a pensar que si el partido me pilla 40 años más tarde habría serias posibilidades de salir al día siguiente en las noticias: "aficionado muere mientras veía partido de baloncesto en su casa"

No quiero entrar a valorar técnica ni tácticamente el partido, ni hablar de los árbritros. Ya está todo dicho. Fuimos buenos, muy buenos, quizá tanto como para ganarles. Es más, estoy seguro que de cada 10 partidos podríamos ganarles 4/5 veces. Pero mientras no haya igualdad de criterios...

(Pd.: lástimas ese triple de Jiménez. Cuando lo vi también pensé que ahí se acabaron nuestras opciones)

Chaconix dijo...

Yo también estube todo el día medio zombi pensando en lo que pudo ser y no fue.

En la ACB deberian valer 4 puntos los tiros mas allá de 6,25 a ver si en las proximos jjoo o mundiales nos los dan por válido, ya que como estamos acostumbrados a eso...

Raúl dijo...

Se acabó la aventura de la selección española y ahora toca relajarse y disfrutar también de un baloncesto más continúo y pausado como el de la ACB, Euroliga e, incluso, la NBA. Han sido dos semanas intensas en el que los sentimientos estaban a flor de piel y donde, por una vez al año, España estaba unida, luego nos volvemos a desunir con disputas políticas y tonterías que lo único que nos acrecienta es odio cuando, en realidad, apoyamos a la única e increíble selección española que nos hace estar orgullosos de ser españoles. Pude dirigirme en la memorable noche a Navarro y Pau para agradecerles a ambos por los éxitos que nos han brindado y por habernos hecho disfrutar del mejor baloncesto.

Tampoco entraré en la polémica, ni recordaré momentos cruciales durante la Gran final. En cambio, quiero resaltar que, en la fiesta de celebración en un restaurante español de la capital china, los jugadores declararon que se sentían orgullosos de lo que habían hecho y que tenían que mirar hacia delante ya que se encontraban frustrados por la ocasión perdida pero que tenían que asumir el segundo lugar. Tras unas declaraciones entre las que se mezclaban los sentimientos de tristeza y alegría, pasaron entonces a disfrutar de la noche lanzándose cubos con hielo a la cabeza. Se lo merecen.

PD. Me han gustado mucho vuestros artículos por la claridad en la que habéis expresado el servilismo del baloncesto mundial hacia los Estados Unidos. Es para haceros un monumento. Un abrazo.