Doble cara

No hablo de monedas trucadas, de esas que te aseguran la victoria en un cara o cruz, no, sino del Barça y el Polaris.

Estos dos equipos llevan una temporada en donde muestran dos caras bien distintas, curiosamente a los dos les pasa lo mismo, aunque cada uno en "su liga".

A los dos les cuesta mucho ganar fuera, en el caso del Barcelona, tenemos los ejemplos cerca: la derrota en casa del Vive Menorca (y de paliza) y lo mucho que le costó ganar al Roanne ayer en Francia. Este Barça es capaz de masacrar a todo un Real Madrid en casa y sufrir lo indecible cuando juega fuera. Otro que muestra dos caras muy distintas es Mario Kasun: respetado y temido por sus grandes partidos en la Euroliga y enfadado, descentrado y fallón en los partidos de ACB ¿Por qué? ¿Dónde está la difencia?

El caso del Polaris es más extremo y la dualidad es más exagerada si cabe. Estoy seguro de que si un espectador imparcial, viera jugar al Polaris sólo en el Palacio de los Deportes de la capital del Segura, afirmaría que es un equipo de playoff sin ninguan duda, porque así lo ha demostrado hasta ahora, defensa a muerte(perdón por la expresión), fluidez en ataque en muchas fases de los partidos y hasta acciones expectaculares. Inespugnables han estado, si exceptuamos el tropiezo con el Alta Gestion Fuenlabrada, donde dejó escapar una ventaja de 18 puntos en los dos últimos cuartos y la derrota ante el Real Madrid, donde se dio la cara, y muy bien, hasta el final.

Pero si hiciesemos la misma prueba con los partidos fuera, la senación del expectador sería inequivoca: desciende seguro. No han ganado ningún partido fuera y lo peor es la falta de ambición, lo falcilmente que bajan los brazos una vez van por detras en el marcador, y esto es muy preocupante y deja al equipo a merced de lo que puede hacer en casa, y visto el último partido (Alta Gestion Fuenlabrada) deja una situación incomoda, con solo 6 victorias y 9 derrotas.

Esta semana le pediré a los reyes que nos traigan la primera victoria fuera de la temporada para el Polaris; la cacha de Valladolid es dificil pero no es de las imposibles. Saldrá cara o saldrá cruz.