Cuando yo empecé a ver a la selección española de baloncesto, el hecho de llegar a semifinales de cualquier campeonato era casi utopico, ahora es lo mínimo que se le exige a esta selección; eso quiere decir que hemos mejorado mucho y eso es bueno, pero también quiere decir que se nos exige más. La suerte que tenemos es que el grupo humano con el que cuenta esta selección es casi inmejorable y la calidad de los jugadores fuera de toda duda. Tenemos un líder en el que todo el mundo confia y que pocas veces defrauda, por supuesto estoy hablando de Pau Gasol.
Y a Pau Gasol nos encomendamos para que esta tarde no salte la sorpresa y España pueda ganar a una Macedonia carente de hombre altos de grantias, que basa su juego en MacCalebb y en el acierto en el tiro exterior. Dentro hasta ahora sólo Pero Antic (8.8 reb. por partido).
España debe jugar su partido, concentrado, sabiendo que es una semifinal y olvidarse de como se llama el rival. Si esto es así no debe haber problemas y la victoria no se debe escapar. Hay que hacer como contra Eslovenia, meter y meter balones dentro para sacar toda nuestra ventaja, cargandolos de faltas (cuidado con el cambio de arbitraje, ahora muuuuucho más permisivo que en las fases de grupos) y luego que Rudy y Navarro se encarguen de dar la puntilla.
Defensivamente no me obsesionaria con parar a McCalebb, el sólo no puede ganarnos, ni meternos 50 puntos. Me dedicaría más a que el resto no se metiese en el partido.
Llegar a la final antes era imposible, ahora es una realidad casi todos los campeonatos, esperemos que este no sea una excepción.
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