O al menos eso es lo que parece estar pasando en la finalísima de la Liga Endesa. En el primer partido cuando todo indicaba que el Barcelona Regal tenía el partido atado, lo desató Sergio Rodríguez (aunque esto lo viene haciendo toda la temporada) y volvió a llevar a su equipo a la victoria, muy bien ayudado por Llull y Reyes. Y en el segundo partido al revés, el Madrid parecía tener el partido controlado, había aguantado el arreón del Barcelona al comienzo del segundo tiempo y se volvió a poner con 10 de ventaja, pero... entre Navarro y Oleson y un poquito de Wallace y otro poquito de Mavrokefalidis victoria azulgrana.
Al menos esas fueron las sensaciones que yo tuve durante los partidos.
Nos quedan al menos dos partidos más, que si bien espero que siga la emoción, la lucha, la entrega de cada jugador, también espero que suba un poco el nivel del espectáculo como tal, la demasiada permisividad arbitral (a ambos lados de la pista) creo que convierten el espectáculo balonestístico en casi lucha greco-romana en algún momento.
Esto me lleva a otra reflexión que llevo tiempo haciéndome: si viéramos algún partido de hace 25 años veríamos como casi cada contacto era señalado con falta; ahora se ha dado la vuelta y para pitar falta debe haber demasiado contacto. Es decir antes los árbitros pitaban en exceso y ahora en defecto y eso no me gusta demasiado y creo que por ahí es por donde el baloncesto está perdiendo seguimiento general, el baloncesto, para mi, debe ser habilidad para botar y pasar, coordinación en los movimientos tantos individuales como colectivos y puntería para tirar y meter la pelota por el aro, ya sea con tiros lejanos, con penetraciones o con jugadas al poste y ahora para ver algo de eso antes los jugadores deben ganar el combate de boxeo que tienen con su defensor. Siempre me gustó ver una lucha por la posición en un rebote o antes de recibir un interior, siempre me gustó una defensa lateral de piernas, pero lo de ahora es a mi modo de ver el baloncesto un tanto excesivo y por eso defiendo a Rudy o a Navarro cuando gesticulan tanto a la hora de recibir faltas, porque sino no se las pitan. También me acuerdo del pobre Romay y de las cientos de faltas que le habrán pitado por respirar mientras bloqueaba, ahora no hay un bloqueo con los pies en el suelo nunca y esos son cosas que deberían cuidarse.
Creo que la FIBA debería plantearse el tema de las defensas ilegales, para que los buenos jugadores brillen más, sean más reconocidos por la calle. No es lo mismo decir: "Mira Fulanito metió 45 puntos en el partido de ayer" que decir "El máximo anotador del partido fue Menganito con 14 puntos", lo primero crea mitos, titulares de prensa, seguimiento, lo segundo indiferencia y me estoy refiriendo al espectador en general, al espectador que quiere divertirse y que convierte un eventoo deportivo en espectaculo de seguimiento masivo, no al entendido de baloncesto. Sino se cuidan estas cosas se volverá, como ya lleva pasando desgraciadamente desde hace tiempo, a la clandestinidad de un deporte que llegó a disputar con el fútbol la hegemonía de deporte rey no hace tanto
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